✡️ ¿Por qué comemos kosher?

📜 Una mitzvá que nos distingue como pueblo

La observancia del kashrut es una de las mitzvot fundamentales que definen la identidad del pueblo judío. No es una práctica cultural ni una preferencia personal: es una obligación halájica establecida por Hashem en la Torá escrita (Jumash) y desarrollada por la Torá oral (Mishná, Talmud, Shulján Aruj).

“Estos son los animales que podrán comer entre todos los cuadrúpedos…” (Vaikrá 11:2)

“No cocerás el cabrito en la leche de su madre.” (Shemot 23:19)

Estas leyes fueron entregadas en Har Sinaí, junto con el resto de los preceptos que rigen la vida judía. Cumplirlas no depende de entenderlas, sino de aceptar el yugo del Cielo y vivir según la voluntad divina.

🕊️ Comer con santidad: elevar lo físico hacia lo espiritual

En el judaísmo, incluso los actos más cotidianos —como comer— pueden convertirse en vehículos de santidad. Al elegir alimentos permitidos (kasher) y consumirlos con conciencia, el judío transforma lo físico en espiritual.

El Rambam (Hiljot Maachalot Asurot) enseña que los alimentos prohibidos embotan el corazón y dificultan la conexión con Hashem. Por eso, el kashrut no es solo una cuestión de ingredientes, sino de pureza interior.

“Y seréis santos, porque Yo, Hashem, soy santo.” (Vaikrá 11:44)

 

🧠 Más allá de la lógica humana

Aunque algunas leyes del kashrut pueden parecer racionales —como la separación de carne y leche, o la faena compasiva— su verdadero fundamento es supra-racional. El Sefer HaChinuch explica que estas mitzvot fueron dadas para refinar el alma, disciplinar el cuerpo y acercar al individuo a la kedushá.

No comemos kosher porque entendemos sus beneficios, sino porque Hashem lo ordenó. Esa obediencia, incluso sin explicación, es lo que nos conecta con la dimensión más profunda de la Torá.

 

🔪 Shejitá: compasión y precisión halájica

La faena ritual (shejitá) es uno de los aspectos más delicados del kashrut. Debe realizarse por un shojet capacitado, que conozca las leyes del Shulján Aruj (Yoré Deá) y actúe con precisión y compasión. El objetivo es minimizar el sufrimiento del animal, cumpliendo con el principio de tzaar baalei chayim.

Pero la ética no reemplaza la halajá: un animal puede ser tratado con respeto y aún así no ser kosher, si no cumple con los requisitos de especie, salud, faena, salado y supervisión.

 

🧬 Kashrut y carácter: lo que comemos nos transforma

Los sabios enseñan que el alimento no solo nutre el cuerpo, sino que influye en el alma y el carácter. El Ramban señala que muchos animales prohibidos tienen comportamientos agresivos o impuros, y que consumirlos puede afectar la sensibilidad espiritual del ser humano.

El kashrut es una herramienta para refinar los instintos, desarrollar la disciplina y vivir con conciencia. Cada elección alimentaria se convierte en una oportunidad para acercarse a Hashem.

 

🌍 Continuidad, identidad y fidelidad

Observar el kashrut es parte de lo que nos mantiene como pueblo. Es una práctica que ha trascendido siglos, geografías y persecuciones, y que sigue siendo un símbolo de fidelidad a la Torá.

“Y pondrás diferencia entre lo puro y lo impuro…” (Vaikrá 11:47)

En Kingston Kosher, cada producto que ofrecemos está supervisado bajo estándares halájicos estrictos, garantizando que lo que llega a tu mesa no solo sea apto, sino también digno de santidad.